Перевод: со всех языков на все языки

со всех языков на все языки

los nenes

  • 1 nene

    f. & m.
    baby, infant, babe, tot.
    * * *
    nombre masculino,nombre femenino
    1 (niño) baby boy; (niña) baby girl
    2 (apelativo) baby
    * * *
    nene, -a
    SM / F
    1) (=niño pequeño) baby, small child
    2) [uso apelativo]

    ¡sí, nena! — [a mujer] yes dear!, yes darling!

    ¿vamos al cine, nene? — [a hombre] shall we go to the cinema, darling?

    * * *
    - na masculino, femenino (Esp, RPl fam)
    a) ( niño pequeño) (m) little boy; (f) little girl

    los nenesthe kids (colloq)

    b) ( apelativo cariñoso) darling, honey
    c) nena femenino (arg) ( mujer) chick (AmE colloq), bird (BrE colloq)
    * * *
    = baby boy, laddie, sprog, tot.
    Ex. With a conception calendar you can choose to conceive on the days that Nature has chosen for a baby boy or a baby girl.
    Ex. This festival has its origins in the 19th century, when young laddies and lasses had very few places where they could meet, greet and flirt in a socially acceptable manner.
    Ex. Well, she's gone and done it again -- she's up the spout and with another sprog on the way.
    Ex. He was just a tot when his father was jailed for life for murdering his wife.
    * * *
    - na masculino, femenino (Esp, RPl fam)
    a) ( niño pequeño) (m) little boy; (f) little girl

    los nenesthe kids (colloq)

    b) ( apelativo cariñoso) darling, honey
    c) nena femenino (arg) ( mujer) chick (AmE colloq), bird (BrE colloq)
    * * *
    = baby boy, laddie, sprog, tot.

    Ex: With a conception calendar you can choose to conceive on the days that Nature has chosen for a baby boy or a baby girl.

    Ex: This festival has its origins in the 19th century, when young laddies and lasses had very few places where they could meet, greet and flirt in a socially acceptable manner.
    Ex: Well, she's gone and done it again -- she's up the spout and with another sprog on the way.
    Ex: He was just a tot when his father was jailed for life for murdering his wife.

    * * *
    nene -na
    masculine, feminine
    (Esp, RPl fam)
    1 (niño pequeño) ( masculine) little boy; ( feminine) little girl
    los nenes jugaban en el parque the kids were playing in the park ( colloq)
    (expresando fastidio): bueno nena ¿cómo vas a arreglar todo esto? OK then, how are you going to sort all this out?
    ¡ah no, nenito! oh no you don't ( o aren't etc)!
    3
    nena feminine ( arg) (mujer) chick ( AmE colloq), bird ( BrE colloq)
    * * *

    Multiple Entries:
    nene    
    nené
    nene
    ◊ -na sustantivo masculino, femenino (Esp, RPl fam)


    (f) little girl;
    los nenés the kids (colloq)


    c)

    nena sustantivo femenino (arg) ( mujer) chick (AmE colloq), bird (BrE colloq)

    nené sustantivo masculino y femenino (Ven fam) (m) little boy;
    (f) little girl
    nene,-a m,f (niño) baby boy
    (niña) baby girl
    ' nené' also found in these entries:
    Spanish:
    nena
    - nene
    * * *
    nene, -a nm,f
    Fam [niño] little boy; [niña] little girl;
    los nenes the kids
    * * *
    m fam
    little boy, kid fam
    * * *
    nene, -na n
    : baby, small child

    Spanish-English dictionary > nene

  • 2 nené

    Multiple Entries: nene     nené
    nene
    ◊ -na sustantivo masculino, femenino (Esp, RPl fam)
    (f) little girl;
    los nenés the kids (colloq)
    c)
    nena sustantivo femenino (arg) ( mujer) chick (AmE colloq), bird (BrE colloq)

    nené sustantivo masculino y femenino (Ven fam) (m) little boy; (f) little girl
    nene,-a m,f (niño) baby boy (niña) baby girl ' nené' also found in these entries: Spanish: nena - nene

    English-spanish dictionary > nené

  • 3 nene

    Multiple Entries: nene     nené
    nene
    ◊ -na sustantivo masculino, femenino (Esp, RPl fam)
    (f) little girl;
    los nenes the kids (colloq)
    c)
    nena sustantivo femenino (arg) ( mujer) chick (AmE colloq), bird (BrE colloq)

    nené sustantivo masculino y femenino (Ven fam) (m) little boy; (f) little girl
    nene,-a m,f (niño) baby boy (niña) baby girl ' nene' also found in these entries: Spanish: nena - nené

    English-spanish dictionary > nene

  • 4 apaigüestias

    Apaigüestias, son apariciones, alucinaciones, esta palabra encierra un sugestivo campo de creencias en fantasmas, o ánimas condenadas y también encierra las creencias mitológicas, con todas sus historias y leyendas descabelladas o quizás ciertas, pues este mundo nuestro no se hizo de la Nada, y desde el más sabio de los humanos hasta el más ignorante, llevamos muy dentro de nuestra alma o espíritu, una lejana o cercana creencia en algo que existe «Sobrenatural», que tras la muerte nos ha de premiar o castigar, con firme exactitud en todas nuestras obras buenas y malas que hemos hecho. Ahora les contaré una historia, o leyenda, que sucedió en una de mis aldeas hace ya muchos, muchísimos años, y que yo he escuchado cuando era pequeño, de lengua de una tía abuela mía, que en aquel acaecer con más de cien años de existencia encima de su cuerpo, aún tenía arreos para trabajar en sus tierras como cualquier persona que bien lo hiciere. «MARÍA LA XANTINA» Casárase María la hija del tío Jacinto, muchacha pequeña de estatura, pero grande de hermosura y de exquisitos sentimientos, con Amalio el del Aldexuxán (Aldea de Susana), joven que no tenía de bueno nada más que el ser un mozarrón como un carbayu (roble) y ser su padre el más rico y poderoso vaqueiru de todos aquellos contornos. Tal caxoriu (casorio) fue amañucáu (preparado), por Rexina la Porricona (Regina la Desnuda), que recibiera del padre del novio por haber hecho tal arreglo, un xaretal d'ablanus (pequeño prado muy cuesto plantado de avellanos). Diremos para comprender mejor esta historia, que la Porricona, era una mujer que gozaba de grande fama en toda aquella rica comarca, porque era la esposa de Lláurianu 'l Llóndrigu (Laureano la Nutria), porque era éste un hábil cazador de estos finos animales de ricas pieles, que de aquella infestaban los regueirus (torrentes) de todas las montañas y el río que cruzaba el fértil valle. También era el Llóndrigu un experto en curar todos los males que tuviesen las personas y animales, por tal razón aquel matrimonio, al decir de muchos vecinos, era una verdadera bendición del mismo cielo, cosa que aprovechaba la Porricona, p'esquicionar al sou antoxu nus tibeirus quei dexaben fatáus de bétchaes ganancies. (Para hacer cuanto se le antojase con sus arreglos, negocios, líos, etc., que le dejaban siempre muchas y ricas ganancias). La aldea de Aldexuxán estaba compuesta por poco más de una docena de vecinos, que todos ellos eran familiares entre si. No voy a detenerme a narrar los diferentes pormenores de la historia como me fueron contados a mí, simplemente me ceñiré a un hecho concreto, relacionado con la mitología o apaigüestias fantasmales o milagrosas, ancestrales creencias, de las melgueras gentes de mi embrujadora Tierrina. Sobre la aldea de Aldexuxán había pesado desde siempre un fatídico malificio, haciendo que sus gentes siendo las más ricas de la fértil comarca, no fuesen tan felices como todos los demás eran, porque jamás en toda su historia había nacido una mujer en ella. Las mujeres que se casaban con los hombres de la aldea de Aldexuxán, se condenaban a no poder tener jamás una hija, y por todo lo contrario, alumbraban varones fuertes y sanos, que se convertían cuando llegaban a la mocedad, en los mozos más esbeltos y fornidos de toda la comarca. Pero a pesar de ser tan buenos mozos, y todos ellos vaqueirus ricos, gozaban de muy escasas simpatías entre las mozas casaderas, por tal razón, muchos no lograban casarse, y cuando alguno lo hacía, casi siempre mediaba un «arreglo» de por medio. —Así, el padre de Amalio se puso al habla con la Porricona, para que arreglase la boda de su hijo con Mariela, muchacha virginal y encantadora, de la que estaba enamorado ciegamente su hijo. Prometiéndole a la Porricona si lo conseguía, que él le daría como favor, el xaretal de Riuscuru, (pradín de Río Oscuro), que lindaba con otra finca que ella tenía. Cuando Mariela supo por sus padres, que estaba destinada para ser la mujer de Amalio el de Aldexuxan, una grande tristeza se adueñó de su alma, que le robó su alegría, y las francas y felices sonrisas que en todo instante su espíritu alumbraba. Y así de apenada todos los días se le veía por su aldea, con sus hermosos ojos siempre enrojecidos por la quemante caricia de sus lágrimas, sin encontrar el consuelo que le devolviese aquella felicidad que antes gozara. Gran devota de la Virgen de la aldea habla sido siempre Mariela, con la que con una fe desmedida siempre oracionaba y hablaba, y así de esta manera, entre profundos y dolorosos suspiros, y lágrimas torrenciales que manaban de su desespero, el día antes de su boda, con la Santina de su aldea así dialogaba: —Virxencina melgueira, qu'achorandu 'l tou cháu venu, ameruxá d'un dollor que m'esfáe pel tristeyáu miou alma, mamplená d'un miéu que d'afechu, encuandiona toa l'allegría qu'endenantes en miou espíritu per uquier afroriaba. (Virgencita dulce y preciosa, que llorando a tu lado vengo, plagada de un dolor que me deshace por triste toda mi alma, rebosante de un miedo que en toda su extensión entierra la alegría que antes en mi espíritu por donde quiera afloraba). —Xantina 'l miou alma, que tous lus amalexius encantexas, nun me faigas xufrire, pos nun queru caxame sen amore per fuercia, you nun queru isi muzu que de güenu nun peca, y'endenantes de dir xuntua d'él a l’ilexa, más quixera morreme, aforcá conun rixu que m'añuede 'l gaznatu ya me faiga en morrida. Ya tal couxa fairéla, Xantiquina 'l miou alma, se deximesme agora, ya me dexes solina, nel atayu miou pena, qu'en llocura m'entrema. (Santiquina de mi alma, que todos los males si tu quieres arreglas, no me hagas sufrir, pues no quiero casarme sin amor y por fuerza, yo no quiero ese mozo que de bueno no peca, y antes de ir junto de él a la iglesia, más quisiera morirme, ahorcada con una cuerda, que me anude mi cuello, y me haga en ser muerta. Y tal cosa he de hacer, Santiquina mi alma, si me olvidas ahora, y me dejas muy sola, en el atajo de mi pena, que a la locura me lleva). Algo muy hermoso le contestaría la Virgen a Mariela, porque otra vez se le volvió a ver llena de sana y feliz alegría, quizás con más fuerza que jamás tuviera. Y así de contenta, cariñosa y feliz, ante la misma Santina que su pena esfixera (deshiciera), al siguiente día en la iglesia se casaba con el vaqueiru Amalio. El día de su boda, fue un domingo del mes de mayo, bañado por la luz del sol que todo lo alumbraba y lo erradiaba de vida, y como era domingo, era fiesta en la aldea, el jilguero cantaba y el malvís silbiotaba y las gentes humildes con paxiétchus de festa (trajes de fiesta), a la boda acudían de la dulce Mariela, la más hermosa moza que la aldea tenía. La que viétchus ya xóvenes (viejos y jóvenes), grande y puro cariño hacia ella sentían. Cuando todos estaban fundidos en sus rezos y el buen cura casaba a la virgen Mariela, se escuchó como un trueno, muy cercano y enorme, muy profundo y tenebroso, que hizo palidecer de miedo a muchas gentes del festejo. ¡Un castigo del cielo, murmuraban las viejas, ha de mandarnos Dios, por casar a esta santa, con un fíu (hijo) de la aldea en poder del demonio! Aquel confuso ruido que a las gentes atemorizara, por ser dadas a irse a los Lares Divinos, no era tal trueno que en el aire quedara sin dejar un vestigio, pues había sido un castigo, y todos sobrecogidos pensaron, que el Hacedor andaba en aquel cataclismo. Pues el xaretal d'ablanus (el prado de avellanos) que el padre de Amalio le regalara a la Porrica, por conseguir a Mariela como mujer de su hijo, argaxárase per tous lus cháus, escuatramundiánduxe 'n fondigouxes cuandies, dou s'allacaben lus ablanus esgazáus d'afechu, con lus raigones amirandu 'l cielu, lu mesmu que se dangún terremetu, bramara nel ventrón d'aquel xareteiru, dexándulu tan llabráu y'esfechu, comu 'n güertiquín de pataques que fora afocicáu per una cabaná de goches paridiegues. (Partiérase, corriérase por todos sus lados, deshaciéndose el prado entero en profundas ollas, donde se enterraban los avellanos del todo rotos, con sus retorcidas raíces mirando al cielo, lo mismo que si un terremoto hiciera explosión en el vientre de aquel prado, dejándole tan despedazado, como un pequeño huerto de sembradas patatas, que hubiese sido hocicado por una manada de cerdas paridas). Sin embargo, tan insólito acontecimiento pasados los primeros momentos, no restó a la fiesta la sana alegría, que todos disfrutaban en la boda de la querida Mariela, pues tras de fartase tous fasta 'l rutiar de lus bunus manxares qu'achindi per uquier topábenxe, (pues tras de hartarse todos hasta dejarlo de sobra, de los buenos manjares que allí por todas partes había), se enguedechóu 'l baítche qu'en toes les bodes les xentes encalducaben (se enredó el baile que en todas las bodas las gentes hacían), fechu per la múxica xaraneira y'allegre del pandeiru ya la gaita, e axín tóus enlloquecíus de gouzu danciarun entexuntus ya hermenáus fasta 'l mesmu albiare, xeitu nel qu'entamangarun folixouxa engarradiétcha de galgazus, ente dus mozacus del chugar de Mariela, ya lus rapazones de l'aldeina d'Aldexuxan. (Hecho por la música jaranera y alegre de la pandereta y la gaita, y así todos enloquecidos de gozo, bailaron entrejuntos y hermanados hasta que llegó el amanecer, lugar que prepararon una sonada pelea de estacazos, entre los mozos de la aldea de Mariela, y los mozarrones de la aldeina de Susana). Tal pelea fue originada por los desmedidos insultos despreciativos dirigidos a los mozos de Aldexuxan, por los de la aldea de Mariela, asegurándoles que no llevarían a la santina Mariela a vivir con ellos a su aldea maldita, donde jamás había nacido ni una sola mujer, por la causa de ser todos hijos del mismo diablo. Tras de la feroz pelea, donde no sucedieron achuquinamientos (muertes) por mor de las sabias intervenciones de los ancianos de entrambas aldeas, el novio, sulfurado y ensangrentado por la titánica lucha desarrollada, en aquel mismo amanecer acompañado de todos sus parientes, se llevó a Mariela que no hizo ni la mínima negativa, y no permitió que recibiese de sus padres ni el valor de una cuyar (cuchara) de cuanto a ella le perteneciese. —Acuétchula d'un reflundión el magotón d'Amaliu a la felliz ya xonriyente Mariela, ya namái conel paxiétchu puestu, escarranquetóula d'enría la xiétcha pintureira del sou cabatchu, ya despós, conun blincu de corzu puenxuse el tres d'echa, ya cudiáu per tous sous vecinus que yeren tous parentela, xebrárunse d'aquel chugar, esnalandu nel aire ixuxus d'allegría, axenitáus nus sous cabatchus axalbaxáus lu mesmu qu' echus ya lleldáus dientru d'una ñatural ya roxurosa allegría. (Asió de un rápido tirón el bruto de Amalio a la feliz y sonriente Mariela, y nada más que con la ropa que llevaba puesta, la ajinetó encima de la pinturera silla de su caballo, y después, con un salto de corzo púsose él detrás de ella, y escoltado por sus vecinos que eran todos parentela, se marchó de aquel lugar lanzando al viento ijujús de alegría, ajinetados todos en sus caballos asalvajados lo mismo que ellos eran, y crecidos dentro de una natural y enloquecedora alegría). La cariñosa bondad, y la fértil felicidad y alegría que en todo momento emanaba torrencialmente de la encantadora Mariela, muy pronto cautivó y contagió a todas las gentes del Aldexuxan, pequenos y grandes, con tal frenesí llegaron a quererla, a adorarla y mimarla, lo mismo que si se tratara de un ser sobrenatural, que había llegado a la aldea para alegrarles a todos sus vidas. Durante el tiempo de su preñez, era Mariela atendida en todo momento por las mujeres de la aldea, y los hombres y los niños, estaban más pendientes de ella, que de sus trabajos y sus juegos, siempre le traían del campo flores y variedad de frutos, y todos al mirarse en sus encantadores ojos, la felicidad y el gozo en sus espíritus advertían. Era Mariela para todos, algo que ni tan siquiera habían soñado que existiera. Al Aldexuxan habían llegado de sus aldeas todas las mujeres que la cuidaban y mimaban y ninguna de ellas jamás había sido feliz ni encontrado la alegría en su espíritu en aquel lugar al que muy pocas de ellas habían llegado por su propia voluntad. Sin embargo al mirarse en los resplandecientes ojos de Mariela, al sentir el hado misterioso que en todo instante rezumía de su ser, llegaba a sus entrañas por primera vez raudales de gozo y alegría, que las llenaba de felicidad, y de una dicha embriagadora y sublime. Por eso entre ellas silenciosa y secretamente empezaban a decir que Mariela era divina, misteriosa y buena, y que en cualquier momento el cielo la llevaría, y dejaría a la aldea tan llena de tristeza y pena como antes lo estuviera. —Xabela la muyer d'Antón el Curuxu, que yera la que mexor amañaba lus dellicáus fatiquinus pa lus guaxinus cabantes de ñacer, ya le fixera tous lus paxiétchinus y'escarpinacus que ñecexitare 'l melgueiru nenin que traxera 'l mundiu cundu betchara la xantina Mariela. (Isabel la esposa de Antón el Buho que era la que mejor hacía los delicados ropajes propios para los niños recién nacidos, ya había industriado todos los trajecitos, calzas y demás vestiduras, que necesitase el dulce niño que trajese al mundo cuando hiciese su alumbramiento la santina de Mariela). —Tamién Xacintu 'l Utre que yera abondu curioxu pa carpinteirar, fixera 'n trubiétchu con maera de ñocéu, qu'al falar de toes les xentes d'Aldexuxan, nin el más empericotáu de tous lus nenus ñacíus ya cuaxi, cuaxi 'n per ñacere, xamás de lus xamaxes oitre mexor nun hubiés d'aquién lu fixera. (También Jacinto el Aguila que era muy mañoso para hacer de carpintero, hiciera una cuna de madera de nogal, que al hablar de todas las gentes del Aldexuxan, ni el más afamado, ni suertudo niño nacido, ni casi, casi de los aún no nacidos, jamás de los jamases otra mejor no hubiese quién se la hiciera). Todo estaba preparado para el día que el angelín a la luz amaneciera, y todos en la aldea, desde su madre hasta el más inocente de los pequeños que por aquellos montes correteare, esperaban ilusionados la venida de aquel inocente ser, fruto de las entrañas de quien les había a todos sembrado en sus espíritus la dicha y la alegría, hasta ya le habían elegido los padrinos y hasta el mismo nombre que debía llevar, el asunto era que naciese dentro del tiempo natural, y que no le trajese ningún amolexíu (mal) a la santina Mariela. Como todo en la vida tiene su tiempo de espera, y todo cuanto se espera si atañe a los procesos naturales llega, así vino el momento del alumbramiento de Mariela. Fue una mañana de los principios de la primavera, cuando todos los árboles y las plantas despertaban jubilosos y en silencio a la floreciente vida donde comenzaban, los malvises y jilgueros volvían a cantar alegres y bulliciosos, tras la mudez que les infligiera el frío y nevado invierno, fue aquella luminosa y primaveral mañana cuando todas las gentes de la aldea, se reunían contentas y felices a la par que en sus interiores algo preocupadas y temerosas, como si presintieran que algo irremediable le habría de ocurrir a la santina Mariela. Digo que todos reunidos en la casa de Mariela, anhelantes esperaban tan natural y querido acontecer. Algunas mujeres llenas de firmes creencias, rezaban sin descanso, pidiéndole al Faidor (Hacedor) y a sus santos más allegados, que la feliz nueva se alumbrara por los cauces naturales, y que Mariela no cosechara arduos sufrimientos. Otras más mañosas en tales menesteres, parteaban ilusionadas y eficientes, en cuantos cometidos quce en tal proceso se requieren. Al fin, de las entrañas de la parturienta, brotó la vida, y todas las gentes al presenciar aquella recién nacida criatura, doblaron sus rodillas en el suelo, y una oración de gracia en el cielo pusieron, dentro de la gran dicha y alegría que jamás sintieron. Porque por primera vez en toda la historia de la aldea del Aldexuxan, había nacido una niña, una hermosa niña que rompía con su divino milagro, el maléfico castigo que les había acompañado siempre. Tal milagroso acontecer, alborozó a los vecinos del Aldexuxan en tal altura, que por unos instantes se olvidaron de la moribunda Mariela, y cuando al fin Isabela enloquecida por la alegría que le hacía caminar por el incansable sendero de la dicha, digo que Isabela se dirigió respetuosa y venerativamente hacia Mariela, y besándola con gran cariño en su frente radiante de felicidad le decía, que el maleficio que pesaba sobre las gentes de la aldea, de no haber tenido jamás una mujer, una niña, ella porque era una santina, lo había roto al alumbrar aquella preciosa criatura, que era para todos los seres del Aldexuxan el fin del conxuru (conjuro) que desde siempre sobre todos pesaba. La moribunda Mariela, con su sonrisa encantadora siempre pendiente de sus labios, y una luz misteriosa y hechicera que en todo momento de sus bellos ojos se desprendía, les hizo comprender a los allí reunidos, que eran todas las gentes del Aldexuxan, que era Mariela algo que pertenecía a la divinidad de lo desconocido, y que no podría morar entre ellos, nada más que con su espíritu. Así silenciosamente Mariela, a todos miraba cariñosamente y todos se sentían bajo su embrujante y acariciante mirada, protegidos de cuantos males en la Tierra hubiese, y navegantes en una dicha que ni en sueños la esperaban. Llué Mariela con sou melgueira fala, que yera múxica de lus mesmus ánxeles, a tóus les dixu 'ndenantes de que del sou curpu xebrárase la vida: (Luego Mariela con su dulce palabra, que era la música de los mismos ángeles, a todos les dijo antes de que de su cuerpo se marchase la vida): ¡Disde güéi, toes les múcheres d'ista embruxadora aldina, parirán nenus ya nenes. Lu mesmu que faen les femes de tou 'l mundiu, y'enxamás naide mirará a lus vuexus homes, comu fasta gora toes les xentes lus fixeron, nun vus ruegu namái, nistus postreirus xeñaldares de la miou vida, que nun catéis caxorius amañáus pa lus vuexus fíus, dexái qu' echus atopen ya curién lus sous cortexus qu’en xcitu 'l sou querer mexor lus falague. Pos nun ye nagua bonu arretrigar la xuventú 'l cubiciu antoxadizu qu'entamanguen lus sous páes. Pos abondu felliz ya rica ye la xente probe, que rucandu de borona un cantezu, ou 'n tortu fechu d'enría 'l llare, son dichóuxus ya fellices fasta que de viétchus muerran. Ya munchu probe y'esgraciaína ye l'oitra xente, qu'amamplén tién de tóu lu que ñecexita, y'enfelliz ye, perque nun puén disfrutayu, con amore ya bone compañe. (Desde hoy, todas las mujeres de esta embrujadora aldeina, parirán niños y niñas, lo mismo que hacen todas las hembras del mundo entero, y jamás nadie mirará a vuestros hombres con el desprecio que hasta ahora todas las gentes les hicieron. No os ruego nada más, en estos postreros respirares de mi vida, que no busquéis casorios preparados para vuestros hijos, dejazlos que ellos busquen y cuiden sus amores en el lugar que su querer mejor los halague. Pues no es nada bueno, amarrar la juventud, a la codicia antojadiza que hacen sus padres. Pues muy felices y ricas son las gentes pobres, que comiendo un mendrugo de pan duro, o una torta cocida encima del lar, son dichosos y felices hasta que de viejos se mueren. Y muy pobres y desgraciadas son las otras gentes, que poseen todo cuanto necesitan, e infelices son, al no poder disfrutarlo, con la paz del amor y la buena compañía). Así fue como se despidió la melguera Mariela, antes de entregar su sublime alma, al Infinito poder de la Divinidad invisible, dejando a su cuerpo muerto llorado con gran pena, por aquellas sencillas, naturales y nobles gentes de la aldea del Aldexuxan, que harían de ella al correr del tiempo, la Santina Mariela. Yo no puedo afirmar si esta narración es una historia, una leyenda o quizás un mito, sólo se decir, que mi tía abuela aseguraba cuando me la contó, que era tan cierto como que ella se tenía que murrer (morir). También recuerdo cuando yo era un guaxiquín (muy pequeño), haber escuchado decir a las más viejas de estas aldeas, aconxexandu (aconsejando) a las mujeres que teniendo varios hijos varones, ellas querían tener una niña y no lograban alcanzar tal deseo. Digo que las ancianas les aconsejaban así: —Lo que tenéis que hacer si queréis tener una niña, es rezarle todos los días con buena fe a la Santina Mariela, ya veréis como el primer hijo que tengáis sin ninguna duda ha de ser una hermosa niña.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > apaigüestias

  • 5 ruxír

    Ruxír, sonar, toda clase de ruidos y sonidos. Si yo fuese músico, creo que haría ahora mismo una pieza de natural música que le llamaría...El Ruxir de l'Aldina. Pero como no soy músico ni aficionado siquiera, yo le voy a cantar a mis aldeas de la única forma que conozco, que aprendí y me enseñaron, sencillamente así. “EL RUXÍR DE L'ALDINA” —Ruxen lus ferraxes de les madreñes, per d'euria de les ñidióuxes llábanes, qu'enllabanen les pedreires, de caleyones, atayus caminus ya carrilones, que baxen de les morteires ou brañes, moyáus ya esguiladizus per el orbayu de la borrina, qu'abaxandu del puertu encaxoná, pente lus arbolaxes de les fondigonáes, acobertoria per tous lus lláus a lus vaqueirus, que ya baxen d'abrañare, esmadrenándu con esboriaures pelligróuxes, qu'angenes veices fanles esmurgazase nel xuelu, bazcuchandu la lleichi ou fayánduxe mancaures al focicase per mor del esborión per enría les chábanes. —Abaxu na vátchada, metanes na mesma aldina, tamén fae chambidura la borrina, con sou frisca ya cristialada orbayada, qu apaxiguá le xede de lus verdis maizales, amagostainus per la callor del aburióuxu branu, nel sou mes de coyer l' escanda. Tóu ta pingandu per tous lus lláus, ya dalgún llabor encalda la xente nus sous erus, metantu qu'el Pá Sol nun desfaiga la borrina, empuxándola xelínmente fasta lus faidieyus de lu cimeiru del puertu, ya escarrapiétche 'l bon díe que d'afechu l'esfaiga, ya entóus llúcense montes ya vátchines, llombes ya fondigonáes, dientru d'un relluciente cheldar de lluz ya callor, que tal apez qu'el Güenín del Faidor, pintóu con sou mexor pincel, tous lus llugares de l'embruxadora aldina. —Ruxen les branques ya manteigóuxes lleichis en prixoneira mazaura, dientru de lus butiétchus fechus con lus pelleyus de lus chucus que per la festa de l'aldina s'achuquinaran, ou piétchaes en caramañoles de fierru xolateiru, metanes d'enría 'l llombu de lus allegres vaqueirus, qu'en beceira xuxeante de comunal xaréu, baxen de suos brañes con el lleichi de les sous vaquines, que guareciendu quedaren nes pradeires de l'aldina les tiernes paciones enxemáes de chárimes, choramicáes en orbayu d'orpina per la prietona borrina, con sou paxiétchu ñubóuxu que nun dexa ver, nin la mesma mán dellantri lu güeyus, metantu nun s'esborre per les chambidures qu'el Sol le faiga. —Ruxen metanes nus ciarrus enxemáus de matoxus ya orbolíus, que axuqueren lus lláus de lus caleyones ya oitres chugares, lus probetayus e allegres paxarinus, que caten ente lus raigoneirus de lus ablanus, zreizales ya mamplenáus de clás d'arbolaxes, llimiagucus, merucus ou rispiayus de comedeira, pa fer conxuelu nus sous ventronucus, perque lus probitinus nun s'atrebin a ñalar mái lexus penti 'el escuru mantu que la borrina texe. —Ruxe 'l gurgútchu de la palomba turca qu'apoxentá ente lus focharascus de lus carbayáles, faidáles, casteñéus ou mamplenáu d'arboliades esñarbaxa per sous frutus ente gurgútchu e gurgútchu. —Ruxe fayendu naluxus nel aire 'l xilbíu melgueiru del tordín malvís, xuntu conel cantigu del xilgueiru, que son paxarinus cantores de les mious aldines. —Abaxu na mesma vatchada, ruxe la má metanes cual chare, apuxandu 'l fuéu fayendu 'l potaxe, cebandu les pites, fartandu lus gochus, añicandu 'l nenín, qu'achucáu nel trubiétchu chora esconxoláu perque quier la lleichina qu'el sou pá de la braña fai xeru en baxale. —Ruxen les mozaquines nus sous chaboreus, unes xacandu de les altabaques la guya yal filu, pa faer coxedures nes róupes riasgáes, oitres nel texe que texe les llanes filáes, fayendu escarpinus, llásticus, calcetus ou oitres couxines que xon ñecexaries. Ya oitres mozaques poblean lus teixus, fregandu cacíus, barriendu les sales, ximielguen xergones, espulguen les mantes, ya cantandu allegres estiren les cames. —Ya despós s'encalda, acuétchen lus fatus que ya tan gochizus dientru del sou paxu, ya van a llavalus al mesmu regueiru qu'abaxa del puertu, abayandu les agues de mái de mil fontes, fresquines ya llimpies, ya sanes nel lleldu de ser melecines, pós cuecen el pote 'n dous fervediores, ya llaven lus fatus con dous refreigones. Ya metandu lus llaven, les guapes mocines con melgueira fala, esnalen nel ventu tonáes d'amore, ou cúntenxe couxes, ya puches gracioxes de lus sous amantis, ou falen de festes, de dancies, caxorius, de guapus paxiétchus, qu'angunes xemáes de fellicidades, llucieran allegres na festa l'aldina. Ya en chancia apená, tamén fan escarniu de la probe moza que dexóla 'l mozu, ya naide s'escapa de ser esmianáu per aqueches neñes tan refalfiadores, que puenenyi puches ya encáldaye taches fasta 'l mesmu cura de la sou illexina. —Metantu n'aldina lus pitus s'encriesten ya con fuercia canten, les vaques que bramen, lus bracus que gurnian, un nenu que chora, una má que chama, un mozu que canta, un carru que rincha, un pótchin que ronca, lus pirrus que lladran, ruxír de las lluecas ou de las esquilas d'angunas bétchadas. —Ruxen lus xegotes qu'axerran chaplones p'encantexar lus prexéus que tan espiazáus, ruxír de les zueles que fan calzaures pal ramu ou carriétcha que t'escalzáu, ruxír de martiétchus qu'allanquen ferraxes ou faen encantexus d'enría les madreñes que tan raxetáes, goxeirus que ruxen al faer les goxes, maniegues, esquirpies, ruxír de xugueirus cundu fan lus xugus, xuguetas, cachapus. —Ruxe 'l cantíu xordu del bétchau regueiru qu'empuxa con fuercia 'l molín pequenu, que muel la cebeira roxina ou branquina, ya esfáela en farina que ye 'l pan benditu, frutu del trabayu de besties ya xentes, qu'algemen el ciellu nes mious aldeines. Ya tamén ye frutu de les orbayáes que fai la borrina, que dexa sous chárimes d'enría lus erus paque nun s'aburien cundu 'l Sol apuxa. —Ya despós, cundu 'l Sol alluma ya con la sou fuercia desfai la borrina, ya enxuga 'l aguaxe qu'enría lus erus punxerun sous llárines, toes les xentes ruxen ya colen con priexa fayendu en bon tinu lus sous llaboréus, ya miren con güétchus fervientes d'orgútchu lus verdis maizales con sous panoyaxes, lus préus dunde crecien les tienres paciones, ya lus ablanéus con mái carrapiétchus que de fuées tenen, ya las pumaráes, cereizales, ñocéus, grandies castañéus, tou no miou aldina xuxeante ruxía dientru de folixa de sana allegría, curiáu con cariñu per aqueches xontes que yeren la vida del ruxír ca díe nes mios aldeinas. —Güéi que ta l'aldina d'afechu desfecha, xenardu con allegre pena mious anus llexanus cundu yera guaxe, cundu trabayaba sous erus d'embruxu, cundu a voz nel ventu cantaben les xentes choraben lus nenus, rinchaben lus carrus, bramaben les vaques, gurniaben lus bracus, ruxía la vida per tous lus chugares, cundu you galamieba escalzu ya con fame, llindiandu les vaques y uveyes ou cabres cantandu felliz lu mesmu qu'un ánxel. TRADUCCIÓN.—(EL CANTE O SONIDO DE LA ALDEA) —Suenan los herrajes de las madreñas por encima de las resbaladizas y finas losas que embaldosan los caminos de piedra, que bajan desde las morteras, brañas o demás eros de la aldea, mojados y resbaladizos por el tenue y casi invisible lloviznar de la niebla, que bajando desde lo más alto del puerto encajonada, por entre los tupidos arbolajes de las hondonadas, que tapan por todas partes a los vaqueros que bajan de ordeñar sus vacas, haciendo sonar sus madreñas con resbaladizo peligro, que muchas veces les hace caerse en el suelo, vertiendo la leche, o haciéndose daño, por la causa de haberse resbalado sobre las finas losas. —Abajo en la vallada envolviendo por completo la dulce aldea, también hace lameduras la oscura y húmeda neblina con su fresca y cristalina escarcha, que apacigua la sed de los verdes maizales, que se encogen por la calor del verano, en el mes de agosto, llamado el de recoger los panzales. Todo se encuentra mojado por todas las partes, y ningún trabajo hacen las gentes en sus eros, mientras que el padre sol no deshaga la niebla, bien convirtiendo parte de ella en efímera llovizna, a la par que la va empujando suavemente hacia los montes de enanas hayas que coronan lo más alto de el puerto, donde ya el sol dominándola hace que el día se despierte majestuoso y soleado, y entonces se lucen montes y valles, lomas y hondonadas, dentro de un reluciente hacerse la luz y el calor, que tal parece que el Bueno del Hacedor, pintó con sus mejores pinceles todos los misteriosos lugares de la embrujadora aldea. —Suenan, cantan, se mueven las blancas y mantecosas leches en prisionero movimiento, dentro de los odres hechos con las pieles de los corderos sacrificados en la fiesta de la aldeina, o cerradas en recipientes de hierro o lata, puestos a modo de zurrón sobre las espaldas de los vaqueiros, que en reunión crecida de ruidos y murmullos, descienden de sus brañas con la espumosa leche de sus vacas que quedaron paciendo en las praderías de la aldea, las tiernas paciones regadas por las lágrimas que en forma de escarcha o llovizna, dejó caer la negra niebla, de su traje de densas nieblas, que no deja ver ni la mano delante de los ojos, mientras que no se deshagan por las caricias y fuerza del sol. —Suenan dentro de los matorrales poblados de arbustos y árboles de todas clases, que limitan los caminos y otros lugares, los pobrecitos y alegres pajarinos, que buscan entre las raíces de los avellanos, cerezos, y demás árboles, toda clase de comida que les haga consuelo en sus pequeños estómagos, porque los pobrecitos no se atreven a volar más lejos por entre el oscuro manto que la niebla teje. —Suena, canta la paloma torcaz, que puesta entre las hojarascas de los robles, hayas, o demás arboladas, come por sus frutos entre arrullo y arrullo, lo mismo que hacen los cuervos y los grajos, los pájaros carpinteros y miles de pájaros que pueblan los encantados y ubérrimos bosques, que rodean la recia y dulce aldea. —Suena, canta silba haciendo revoloteos el silbido del tordo malvís, a la par que el risueño jilguero hace su cántico que son los tenores cantores de mis aldinas. —Abajo en la vallada dentro de las casas, suena la música del hacer cotidiano de la madre, que aviva el fuego para hacer la comida, que da de comer a las gallinas, que cacarean peleándose por el grano, que harta a los cerdos que dejan de gruñir, que mece cariñosamente al niño, que acostado en la cuna llora desconsolado, porque ya desea la espumosa leche, que su padre ya tarda en bajarle de la braña. —Suenan, cantan, se mueven las muchachas en sus labores, unas sacando del cesto de la costura la aguja y el hilo, para coser las ropas estropeadas, otras en el teje que teje las lanas hiladas, escarpinus, jerséis, calcetines, u otras muchas cosas que son necesarias. Otras muchachas arreglan la casa, fregando los cacharros, barriendo las salas, moviendo los jergones, espulgando las mantas, mientras que cantando alegres hacen las camas. —Y después si procede, recogen las ropas sucias dentro del cesto o balde y van con ellos hasta el cristalino torrente que baja del puerto, recibiendo y batiendo las aguas de más de mil fuentes, puras y limpias, y sanas en el nacer que sean como medicina, pues cuecen todas las legumbres con rapidez y lavan las ropas más sucias con dos refregones. Y mientras que de lavanderas trabajan, las hermosas y naturales muchachas con una dulce palabra, colocan en el viento canciones de amores, o se cuentan cosas satíricas y graciosas de sus novios amantes, o hablan de fiestas, de bailes, casorios, de hermosos vestidos, que algunas sembradas por la felicidad, lucieran alegres en la fiesta de la aldea. Y en serio o en broma también hacen critica de la pobre moza que la dejo su novio, y nadie se escapa de ser criticado por aquellas mozas tan llenas de vida, de sana alegría y crítica sana, que le ponen trabas y le hacen sátiras hasta el mismo cura de su propia iglesia. —Mientras en la aldea los gallos se encrestan con fuerza cantan, las vacas que mugen, los cerdos que gruñen, un niño que llora, una madre que llama, un mozo que canta, un carro que chilla, un burro que ronca, los perros que ladran, el sonar musical de los cencerros y las campanillas de las vacas paridas. Suenan los serruchos que sierran los tablones de madera para arreglar los aperos que se encuentren estropeados, suenan las azuelas que hacen calzaduras para los rastros y carriétchas que están gastadas. Suenan los martillos que clavan herrajes, o hacen remiendos en las madreñas rotas o desgastadas. Artesanos que hacen el natural ruido cuando fabrican sus cestas con baniétchas de avellano, suena también como formando parte muy preciada, el afanoso trabajo del madreñeru y xugueiru, que lo mismo hace unas delicadas y hermosas madreñas propias del pie de un ángel, que un fuerte y potente yugo para la yunta del más exigente carretero, como un cachapu o cualquier otro apero de la labranza. —Suena, canta, ruge con potente instrumento, el pequeño molino que empuja con fuerza el rico torrente, donde se muele el grano para tornarle en blanca y fina harina, que es el pan bendito, fruto del trabajar cotidiano de gentes y bestias, que alcanzan el cielo en todas mis aldeas. Y también es fruto de las escarchadas que dejó la oscura neblina, encima de todos los eros de la embrujante aldina, para que no se secaran cuando el sol aprieta. —Y después, cuando el sol alumbra y con su grande fuerza deshace o pone en franca fuga la lloviznosa neblina, y seca el rico rocío que encima de sus eros dejaron sus lágrimas, todas las gentes suenan en su marchar con prisa para hacer con buen tino sus labores, y miran con ojos hirviendo en el natural y sano orgullo, los verdes maizales llenos de mazorcas, los prados donde crecen las abundantes y tiernas paciones, los avellanos cargados de fruto, los mazanéus, las cerezales, los nogales, los frondosos y grandes castañedos, todo en mi aldea con crecida fuerza sonaba, cantaba, reía, dentro de la más pura y natural alegría, cuidado en todo momento y tiempo con respetuoso y cariñoso trabajo, por aquellas nobles e hidalgas gentes, que eran la vida hace años, del sonar, del cantar, del rugir natural y puro de todas mis aldeas. —Hoy que ya está la aldea casi del todo despoblada, y todos sus ricos eros son pasto del abandono y de las malas hierbas, mi añoranza sencilla, simple y aldeana, con alegre pena viaja en mi pensamiento hasta los lejanos años de mi niñez, cuando vivía y trabajaba en sus eros de embrujo, cuando a voz en el viento sus gentes alegres y gozosas cantaban, cuando lloraban los niños, cantaban los carros, mugían las vacas, gruñían los cerdos, cuando sonaba, cantaba, rugía la vida en todos sus eros, cuando yo corriendo descalzo y lleno de hambre, cuidaba las vacas, ovejas y cabras, cantando feliz lo mismo que un ángel. —Si yo fuera músico, le haría un himno a mis aldeas con todos sus naturales y sencillos instrumentos, y lo terminaría con el silbido de las fábricas, el rugir de sus poderosas máquinas de vida y de progreso, y el aullar triste y desgarrador de los ingenios de guerra y de muerte. Todo este RUXIR desencadenante que nació en el natural ancestro de la aldea, y hoy surca con rapidez los cielos, y tiene sus púlpitos en las más populosas y ricas ciudades de la Madre Tierra, ha despreciado a la aldea, a sus costumbres, sus tradiciones, sus raíces, que fueron el natural alumbramiento de tanto sublime y necesario progreso. Yo creo, que quienes pierden sus ancestros, sus naturales tradiciones y profundos raigones, se deshumanizan, y no saben valorar después en la medida que se merece, el divinizante progreso que hará que el Hombre encuentre en la profundidad del venidero tiempo, no sólo su felicidad y gozo, sino que le logre arrancar de las negras garras de la vieja Muerte, ese aguijón que mata, que desde que nacemos pende sobre nuestras vidas y cuando en la razón entramos nos hace acondicionarnos al resignado suplicio de tenernos que morir. Por regla general los grandes sabios que tuvo la Humanidad, siempre buscaron la más profunda humanización en las raíces del sencillo y simplista pueblo, porque creo que llegaron íntimamente a descubrir, que el ser que no tiene raíces, o que se ha xebráu de su tradicional ancestro, es un parásito o una máquina que hizo la Humanidad para la fría muerte, o para trabajar el egoísmo, nefastosa alambrada que detiene de alguna manera el avance del indetenible progreso.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > ruxír

См. также в других словарях:

  • Los Que La Montan — Infobox Album | Name = El Mundo Del Plan B Type = Album Artist = Plan B Released = October 15, 2002 (P.R.) Genre = Reggaeton Length = mdash; Recorded = mdash; Label = Genio Records Producer = DJ Blass, DJ Joe, DJ Wassie, Geniokil@ Reviews = Last… …   Wikipedia

  • Los Fabulosos Cadillacs — el 2008 (de izq. a der.): Daniel Lozano, Sergio Rotman, Gabriel Fernández …   Wikipedia Español

  • Plan B (duo) — Plan B Also known as Plan B, The Panic, El Duo Del Sex, Chencho Maldy Origin Puerto Rico Genres Reggaeton Labels Pina Records, Sony Music Latin, Plan B Society …   Wikipedia

  • Chico Che — Este artículo o sección sobre biografías y música necesita ser wikificado con un formato acorde a las convenciones de estilo. Por favor, edítalo para que las cumpla. Mientras tanto, no elimines este aviso puesto el 24 de diciembre de 2010.… …   Wikipedia Español

  • Lawrence La Fountain-Stokes — en 2009. Nacimiento 10 de abril de 1968 San Juan, P …   Wikipedia Español

  • Lawrence La Fountain-Stokes — en 2009 Autres noms Larry La Fountain Activités …   Wikipédia en Français

  • Episodios de The Powerpuff Girls — Anexo:Episodios de The Powerpuff Girls Saltar a navegación, búsqueda Esta es una lista que ha sido transmitido en Cartoon Network: The Powerpuff Girls. Fueron en total 78 episodios. Aquí están enlistados en el cual salieron al aire y no… …   Wikipedia Español

  • Melwin Cedeño — Born December 27, 1964 (1964 12 27) (age 46) Puerto Rico Occupation Actor, Comedian, Merengue Musician, Singer Melwin Cedeño (born December 27, 1964 in Puerto Rico) is a Puerto Rican actor, comedian …   Wikipedia

  • Aerolíneas Argentinas — IATA AR OACI ARG Indicativo …   Wikipedia Español

  • Educación preescolar — Este artículo o sección sobre educación necesita ser wikificado con un formato acorde a las convenciones de estilo. Por favor, edítalo para que las cumpla. Mientras tanto, no elimines este aviso puesto el 14 de octubre de 2008. También puedes… …   Wikipedia Español

  • literature — /lit euhr euh cheuhr, choor , li treuh /, n. 1. writings in which expression and form, in connection with ideas of permanent and universal interest, are characteristic or essential features, as poetry, novels, history, biography, and essays. 2.… …   Universalium

Поделиться ссылкой на выделенное

Прямая ссылка:
Нажмите правой клавишей мыши и выберите «Копировать ссылку»